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Licenciada en Ciencias de la Comunicación (Periodismo) por la Universidad de Sevilla en 1994, estoy especializada en temas económicos. Doctorado: La información en prensa, radio y televisión. Facultad de CC. Comunicación. Universidad de Sevilla (1994-1996) Experta Universitaria en Protocolo y Relaciones Institucionales por la UNED (2003-2004). IDIOMAS: Inglés (First Certificate) Durante nueve años (2000-2009) he sido responsable del Área de Comunicación, así como de todas las Publicaciones y del Centro de Documentación del Consejo Económico y Social de Andalucía (Junta de Andalucía), contando con gran experiencia en Dirección de Comunicación, Comunicación Corporativa y Relaciones con los Medios de Comunicación, Organización de eventos y Protocolo Institucional. Del mismo modo, fui Jefa de Redacción de la Revista Andalucía Económica entre 1996 y 1999 y Redactora de El Correo de Andalucía en las secciones de Política, Economía, Sevilla y Cultura entre los años 1993 y 2000. En la actualidad, trabajo en el Servicio Andaluz de Empleo, en el equipo de comunicación de Sevilla.

miércoles, 3 de octubre de 2012

PATROCINIO Y MECENAZGO: REINVENTARSE O MORIR









La Asociación de la Prensa de Sevilla convierte al Centro Andaluz de Arte Contemporáneo en el epicentro del debate sobre la necesidad de apostar por las fórmulas de  comunicación por acción y de poner en marcha el más que necesario cambio legislativo, tan esperado y reclamado por el sector de la cultura


Las Jornadas “Patrocinio y Mecenazgo: creatividad y financiación. Fórmulas de comunicación e imagen”, organizadas por la Asociación de la Prensa de Sevilla (APS) han convertido al Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC) –donde se celebraban- en el punto de encuentro de un centenar de asistentes y una treintena de ponentes, provenientes de diversos ámbitos, como el marketing, el derecho, la arquitectura, la gestión de la cultura y el deporte y, sobre todo, la comunicación, de los ámbitos público y privado.

 El clima de debate generado a lo largo de los tres días de duración del encuentro (26, 27 y 28 de septiembre) no sólo ha puesto de manifiesto la importancia que las nuevas fórmulas de comunicación por acción, como se denominan al patrocinio y mecenazgo, están adquiriendo en la actualidad en torno a los sectores público y privado, habida cuenta del cambio de estrategia económica que viene experimentándose en los últimos años; sino sobre todo el interés que en su desarrollo existe en la actualidad.

El anuncio en el acto de inauguración por parte del Consejero de Cultura y Deporte, Luciano Alonso, de la que será la futura Ley de Mecenazgo de Andalucía ha animado a un sector, como es el de la cultura, muy castigado por la situación económica actual y la reciente subida del IVA, calificada por muchos como el “IVA guillotina de la cultura”. Entre las medidas desgranadas por el Consejero, se apuntó a la deducción de la cuota de la renta hasta un máximo de lo invertido en una actividad cultural; incentivos directos a la inversión y al consumo cultural; la ampliación de incentivos a la financiación de empresas y emprendedores culturales; la extensión de los fondos reintegrables a préstamos destinados a mejorar los Bienes de Interés Cultural; la regulación de los fondos patrimoniales indisponibles como vía de financiación; la cesión de uso de espacios culturales públicos como medida de incentivo a empresas y particulares; o la creación de un registro público de actuaciones y bienes prioritarios de acciones de mecenazgo y de de un registro de mecenas. 

Una primicia que viene en un momento especialmente delicado, tras conocer además los futuros recortes que la cultura sufrirá en los Presupuestos Generales del Estado para 2013. Está claro que, como recalcó Luciano Alonso, el modelo “de dependencia exclusiva de la cultura de los presupuestos públicos está agotado y es preciso un nuevo marco jurídico que favorezca una estrategia conjunta público-privada con equilibrio entre ambos ámbitos, que deben ser complementarios”. 

Y fundamentalmente, este necesario cambio legislativo acabó por convertirse en un clamor a lo largo de los tres días de duración de las jornadas. En este sentido se manifestaron los integrantes de la primera Mesa de debate integrada por gestores y programadores de la cultura y el deporte, como Remedios Navarro, gerente del Teatro de la Maestranza de Sevilla; el abogado Joaquín Moeckel, Cristóbal Ortega Martos, productor de la Compañía Eva Yerbabuena; el piloto de rallyes Alberto Bueno y la directora gerente de la Fundación Teatro Villamarta de Jerez, Isamay Benavente. Todos ellos coincidieron en que la actual situación económica está repercutiendo muy negativamente en el ámbito de la Cultura, y mostraron su preocupación ante el futuro de iniciativas y actividades culturales, tras el anuncio de nuevos recortes en el sector. 

Los participantes hicieron especial hincapié en la necesidad de que existan más deducciones fiscales y de que se impulse otra cultura del mecenazgo y de la filantropía, para lo que es importante, coincidieron, que el sector cultural se reinvente para encontrar nuevos puntos de encuentro, nuevas fórmulas de financiación que permitan seguir generando riqueza y puestos de trabajo. “Necesitamos una nueva ley de mecenazgo como agua de mayo”, apostilló Ortega Martos. 

Ley de Participación Social y Mecenazgo
En relación con la situación de parálisis que sufre en la actualidad la que será nueva Ley de Participación Social y Mecenazgo y contra todo pronóstico, el subdirector general de Promoción de las Industrias Culturales y del Mecenazgo del Ministerio de Cultura, Faustino Díaz Fortuny, anunció el último día de las jornadas que la tan reclamada futura Ley de Mecenazgo estará lista para 2013. Fortuny avanzó que la nueva norma nacerá en un contexto complicado económicamente porque la nota para los próximos siete años “será la escasez de recursos públicos”, por lo que apuntó que la ciudadanía debe concienciarse de que “la cultura gratuita está llamada a desaparecer”. “Se ha demostrado que no ha sido el mejor instrumento de gestión cultural”, apostilló. 

La nueva ley contará con medidas tributarias y fomentará la participación: “Las ideas tienen que ser compartidas. Dado el poco dinero público que va a ver, de aquí en adelante, la actuación y toma de decisiones tendrán que ser lo más compartida posible” con todos los agentes implicados del sector. Asimismo, la norma buscará ampliar actividades sujeto de mecenazgo, se extenderán los sujetos beneficiarios, se ampliarán los sujetos benefactores, así como el tipo de donativos, donaciones y aportaciones deducibles. 

La futura ley contempla, además, la creación del Consejo Estatal de Mecenazgo y de los Premios Nacionales de Mecenazgo, que tendrán como objetivo dar visibilidad a estas acciones, con el fin de que se revalorice socialmente la cultura de la filantropía. 


Crowdfunding y ciudadanía
En ese intento de reinvención del sector cultural juega un papel muy importante la ciudadanía, como dejaron ver los impulsores de las plataformas de crowdfunding, que debatieron en una charla previa, quienes expresaron la necesidad de que la sociedad sea la aliada necesaria en esa transformación del sector, muy dependiente de las ayudas públicas. 

Así, en la mesa redonda sobre crowdfunding o micromecenazgo, los artífices de las principales plataformas: Verkami, Lanzanos, Mynbest y La Tahoma pusieron de manifiesto el éxito de esta nueva fórmula de financiación de proyectos, en la que los fans o micromecenas tienen un importante peso en el desarrollo final de los mismos. 

“Debemos buscar alternativas a esa dependencia pública, apostar más por esa conexión emocional con los públicos, con esa gente a la que de verdad gusta determinada iniciativa y está dispuesta a ayudar a su financiación”, aseguró Carlos Otto de la plataforma Lanzanos. “Debemos buscar un modelo sostenible, un modelo que sea cosa de todos”, subrayó Jonás Salas de Verkami.

Gracias a este fenómeno, plataformas como esta última, Verkami, han impulsado más de medio millar de proyectos (30 de ellos periódisticos, entre los que destacan Más Público o El Diagonal) de la mano más de 60.000 micromecenas. En sus 20 meses de vida, esta plataforma ha logrado mover más de dos millones de euros. Por su parte, la plataforma Lanzanos ha impulsado 200 proyectos por valor de más de un millón de euros. 



Un cambio de mentalidad
Pero además de ese reclamado cambio legislativo, el clima de debate que se ha generado a lo largo de estas jornadas ha dejado en evidencia otra cuestión importante: la importancia que la comunicación adquiere en el desarrollo del Patrocinio y del Mecenazgo y la necesidad de que haya una mayor implicación por parte del sector privado. 

En este sentido, la periodista y directora de las Jornadas, Susana Muñoz, calificó de “un paso hacia delante para empresas e instituciones” el uso del patrocinio y mecenazgo, al tiempo que las consideró acciones necesarias para revalorizar, dar prestigio y visibilidad a quienes apuesten por ellas. Unas nuevas fórmulas que se han convertido hoy en piezas esenciales para mejorar la competitividad de las empresas andaluzas, habida cuenta de la pérdida de eficacia de la publicidad tradicional y el refuerzo en el uso de las redes sociales. Entre las motivaciones del empresariado para apostar por estas nuevas vías, se apuntó a que en el 74% de las ocasiones las empresas pretenden demostrar una buena actitud ciudadana; coincidiendo así con la teoría de que la puesta en marcha de acciones de patrocinio  y mecenazgo está pasando a ser incluida, además, como una actividad más dentro de la Responsabilidad Social Corporativa de las empresas e instituciones.


Por su parte, Francesca Minguella, presidenta de pARTnerS España, Directora General de la Asociación Española para el Desarrollo del Mecenazgo Empresarial (AEDME) y Fundadora de la Internacional Network of Business-Arts Aliances que impartió la MÁSTER CLASS “La Cultura y sus alianzas. Comunicación, Cohesión y Desarrollo”, reclamó una mayor atención por parte de empresas e instituciones. En este sentido, subrayó la necesidad de que la Cultura experimente una reconversión profunda en España, ante su crisis sistémica, al tiempo que calificó como “necesaria” la reconversión de la Cultura frente al actual protagonismo del Estado y por la falta del hábito de pago para el consumo de cultura. “Hay una escasa atención a la eficiencia y a la competitividad que hay que cambiar en el futuro”, apostilló. 

Una apuesta, la de empresas e instituciones, por la cultura y el deporte que –como se pudo ver en la Mesa de Debate de clausura de las Jornadas, que dio también voz a mecenas y patrocinadores-, ya se está haciendo en la actualidad, pero que necesita reforzarse. En este sentido, Rafael Chueca Blasco, director del Área de Acción Territorial de la Obra Social La Caixa; Jesús García Toledo, director de la Fundación Sevillana Endesa; Gemma Muñoz Rosua, adjunta a la Secretaría General de la Fundación Amigos del Museo del Prado; Julio Cuesta Dominguez, presidente de la Fundación Cruzcampo; la galerista y mecenas Juana de Aizpuru y el director de la Fundación Cristina Heeren, Fernando Iwasaki Cauti trataron de despejar la pregunta, objeto de la mesa de debate: ¿Es rentable el patrocinio y mecenazgo cultural para las empresas e instituciones públicas y privadas?. 

Todos coincidieron en que los fines de este tipo de patrocinios o mecenazgos no son económicos, si no que el retorno a ese compromiso social es la credibilidad, el prestigio y la confianza. “¿Hay dinero que pague eso?”, se preguntó Julio Cuesta. 

Por su parte, Jesús García Toledo recordó que la Fundación Sevillana Endesa invierte 17 millones de euros al año en la iluminación artística de más de 300 monumentos de Andalucía y Extremadura y afirmó que este tipo de acciones son el mejor escaparate para aportar notoriedad a la empresa y mayor conexión con sus públicos. 

Uno de los casos de éxito expuestos durante esta sesión fue el de la Fundación Amigos del Museo del Prado que desde 2008 ha visto duplicar sus micromecenas, superando en 2012 los 23.000. La adjunta a la Secretaría General, Gemma Muñoz Rosua, dio una de las claves del éxito de la Fundación: “Para nosotros es muy importante la fidelización y crear una base muy amplia de amigos, a la vez que hacemos un reconocimiento público de esos grandes mecenas que apoyan el proyecto”. 

La galerista y mecenas Juana de Aizpuru constató cómo el mercado del arte ha quedado tocado por la crisis económica y abogó por que la ciudadanía sea la que lidere un cambio de modelo en el que se ponga fin a esa dependencia de los recursos públicos. “Es necesario que cambien las reglas del juego, que el Estado ponga en marcha la nueva Ley de Mecenazgo, pero también la sociedad debe potenciar, por su parte, la cultura de la filantropía, que en España con respecto a otros países como EEUU casi no existe”, subrayó Fernando Iwasaki.


También en el programa

Otras ponencias de gran interés resultaron las del abogado y gestor cultural, Juan Antonio Estrada, sobre la legislación en torno al patrocinio y al mecenazgo; y la pronunciada por el director de Desarrollo Digital de Shackleton Madrid, Sascha Kraft, sobre marketing para la captación de fondos y tipos de donantes y estrategias de fidelización. 

En la última sesión y coincidiendo con los últimos días de la Bienal de Fflamenco de Sevilla, también se habló de flamenco. Así, la periodista y directora de contenidos Flamenco-World.com, Silvia Calado, ofreció una interesantísima ponencia sobre el negocio en este sector y profundizó en las cifras del patrocinio en la industria del flamenco, que genera, según sus datos, un 2,2% de los ingresos turísticos en Andalucía. 

El director del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, Juan Antonio Álvarez Reyes,  y el presidente de la Asociación de la Prensa de Sevilla (APS), Rafael Rodríguez, pusieron el broche final estas I jornadas, a las que han asistido un centenar de profesionales y estudiantes de diferentes ámbitos. 

Pueden ampliar más información en el blog de las jornadas: http://jornadaspatrocinarte.wordpress.com/

miércoles, 29 de agosto de 2012

#PATROCINARTE, UNA APUESTA POR EL FUTURO DE LA PROFESIÓN PERIODÍSTICA




La compleja relación que la economía y la creatividad han mantenido a lo largo de los siglos ha encontrado en los últimos años un nuevo escenario en el que debatirse. La encrucijada planteada entre el dinero y la creatividad se evidencia en la actualidad como un factor a analizar desde diversos puntos de vista. En este marco, la comunicación por acción (Patrocinio y Mecenazgo) ha experimentado un crecimiento muy importante, obligando a los profesionales de la comunicación, el marketing y la gestión a adaptarse a estas nuevas fórmulas. La pérdida de eficiencia de la publicidad tradicional a causa de la saturación o las restricciones legales para publicitar determinados productos resultan ser algunos de los motivos principales a las nuevas tendencias del empresariado -en relación con la Responsabilidad Social Corporativa (RSC)-, ejercida a través del Mecenazgo, unido a los beneficios fiscales otorgados a las acciones específicas de patrocinio y mecenazgo. 

Sin embargo es ante todo el cambio de escenario económico-social y la subsiguiente nueva política de subvenciones públicas el motivo esencial de este auge en torno a la financiación público-privada de la creatividad, donde el Patrocinio y el Mecenazgo ocupan un lugar central. En este sentido, la inversión económica a través de estas nuevas fórmulas se ha convertido en una de las líneas estratégicas de la comunicación e imagen y del marketing de cualquier institución o empresa pública o privada, así como de otras actividades profesionales relacionadas con la creatividad y su difusión, cuyas repercusiones y posibilidades deben ser conocidas. 

En este sentido, desde la Asociación de la Prensa de Sevilla (APS), de la que formo parte, estamos trabajando en la puesta en marcha de las Jornadas Profesionales “Patrocinio y mecenazgo: creatividad y financiación. Fórmulas de comunicación e imagen”, que tendrán lugar en Sevilla entre los días 26 y 28 de septiembre, en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC) y que contarán con un abanico de personas, empresas e instituciones que hoy por hoy juegan un papel esencial en la materia. A lo largo de tres días analizaremos desde los puntos de vista conceptual, legal, del marketing y el análisis económico lo que el Patrocinio y el Mecenazgo significan en la actual coyuntura económica y, en consonancia, en el quehacer diario de un número importante de gestores de la información. 

Endesa, La Caixa, Teatro de la Maestranza, Fundación Cruzcampo, Fundación Amigos del Museo del Prado, Teatro Villamarta, Fundación Cristina Heeren son algunas de las entidades que estarán representadas en nuestras jornadas, junto con personas esenciales en el Mecenazgo cultural, como Juana de Aizpuru, y representantes de cuatro de las principales plataformas crowfounding españolas (Werkami, Lanzanos, La Tahona Cultura y Mynbest). Del mismo modo, nos acompañará un representante del Ministerio de Cultura que nos hablará del Anteproyecto de Ley de Participación Social y Mecenazgo. 

Un punto de encuentro profesional, análisis y debate, donde pretendemos exponer las posibilidades que la comunicación por acción tiene en la actual, resultando sin duda de gran interés para un amplio abanico de perfiles profesionales. Entre ellos, aquellas personas que ejercen su labor en distintos ámbitos de la comunicación, la imagen y el marketing. Desde el periodismo escrito y gráfico ejercido en los medios de comunicación, hasta el realizado en los gabinetes de comunicación de instituciones y/o empresas públicas y privadas. Desde el periodismo cultural, hasta el deportivo; y desde la persona que ejerce su profesión por cuenta ajena hasta el pequeño y mediano empresariado y las personas que ejercen su profesión de manera autónoma. 

A estas personas se unen aquellos y aquellas profesionales que desarrollan su quehacer cotidiano en distintos ámbitos de la cultura: desde la conservación, restauración y rehabilitación de bienes culturales hasta la gestión de la cultura y el patrimonio cultural, pasando por la arqueología, arquitectura o la historia del arte, sin olvidarnos de la historia en todas sus especialidades; y desde la Administración Pública hasta el pequeño y mediano empresariado o las personas que ejercen su profesión de manera autónoma. 

Para todas estas personas -que afrontan o afrontarán en un futuro estas nuevas líneas de trabajo sin la información y formación adecuada, es decir, sin las herramientas necesarias para enriquecer sus líneas de trabajo y/o negocio con nuevas estrategias más ventajosas- estas Jornadas Profesionales quiere aportarles un importante valor añadido a su profesión, tanto por el carácter novedoso de la materia a abordar, como por la concepción eminentemente práctica de la misma. Os invitamos a acompañarnos en esta aventura. #PATROCINARTE



sábado, 1 de octubre de 2011

EDUCACIÓN Y RESPETO

Los profesores españoles trabajan más horas que sus homólogos en la Unión Europea y los de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Así se desprende del informe Panorama de la Educación 2011, elaborado por la UE. Al mismo tiempo, España se sitúa por detrás de la media europea en inversión, con un gasto público en educación del 4,6% del PIB en 2008 (frente al 5,4% de la UE y de la OCDE), aunque en los últimos ocho años este concepto haya crecido más en nuestro país que en los otros dos ámbitos de referencia.

Desprestigiado por ciertos círculos políticos, el informe nace en medio de los polémicos recortes de plantillas e inversión en materia de educación en ciertas Comunidades Autónomas, como Castilla-La Mancha o Madrid, y del inicio del curso escolar bajo el ruido de las movilizaciones del profesorado. El clima de crispación social es más que preocupante y lo es porque se está echando por tierra el importantísimo papel que el profesorado tiene dentro de la sociedad, ahondando más si cabe en el desprestigio que el oficio acumula desde hace años. Esta infravaloración es acompañada de la pérdida del respeto que la figura del docente debe tener en el conjunto social. No es sólo ya una cuestión de formalismos (la sustitución del usted por el tú) lo que ha despojado al profesorado de ese respeto secular que merecen, sino un conjunto de circunstancias y comportamientos que han terminado por restarle el papel esencial y protagonista para la sociedad que antes desarrollaban.

La educación la aprendemos en nuestro entorno familiar y es precisamente ahí donde comienza el desprestigio del papel del profesorado, debido a las constantes faltas de respeto a su figura por parte de los progenitores, delante incluso de sus hijos y de los alumnos. Y si en nuestro propio ámbito no nos educan en ese respeto a una figura tan esencial para la sociedad como es la del maestro o profesor, ¿cómo vamos a pedir que la sociedad en su conjunto valore lo que supone su labor para la vida de cada uno de nosotros?

Si recurrimos al DRAE, todo está claro: profesor/a es la persona que ejerce o enseña una ciencia o arte; y maestro/a, la que enseña una ciencia, arte u oficio, o tiene título para hacerlo. Efectivamente, los docentes nos enseñan, nos instruyen, nos aportan los conocimientos básicos para desenvolvernos socialmente en nuestro entorno, en el mundo. Nos enseñan a leer y a escribir -algo esencial-, a pronunciar, nos dotan de conocimiento, habilidades, capacidades, todas las herramientas imprescindibles para desenvolvernos a lo largo de toda nuestra vida. Y es este un papel no valorado en toda su dimensión, de gran dificultad, que pocos tienen la capacidad, la paciencia y la vocación para acometer. La pregunta es ¿podríamos sobrevivir sin el profesorado?: claramente no, sería imposible. Entonces, ¿por qué tiramos piedras sobre nuestro propio tejado? Resulta del todo incomprensible.

El asunto es muy preocupante, bajo mi punto de vista, máxime cuándo el mismo informe de la OCDE destaca lo que algunos aún se empeñan en negar: los beneficios económicos y sociales de invertir en Educación (a mayor formación, más empleabilidad y salario). “Es necesario educar y formar ciudadanos bien preparados para encontrar empleo en este mundo globalizado”, concluye.

La educación es la mejor política social y económica, absolutamente necesaria para el país y la ciudadanía. Debemos recordarlo en estos duros momentos y discernir entre las prioridades sociales, para saber dónde NO hay que recortar. Quizá no sólo los profesores/as deban salir a la calle en protesta por esta ruina a la que nos están abocando también el conjunto de la sociedad debe poner pie en pared, porque a todos nos afecta directamente. La clase política, una vez más, no está a la altura de las necesidades de la ciudadanía. Quizá un poco de instrucción les vendría bien para saber lo que están poniendo en juego.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

El Latifundio mediático

El escándalo de News of The World ha destapado las malas praxis que en el mundo del periodismo existen. La apuesta del magnate Rupert Murdoch por prácticas irregulares para conseguir exclusivas con el único objetivo de aumentar sus ventas ha terminado por reventar. Pero, aunque ahora todos rivalicen en mostrar su más enérgica oposición y su desconocimiento sobre semejantes modos de trabajo, no es menos cierto que muchos eran los que miraban hacia otro lado, empezando por políticos y periodistas y continuando con la propia opinión pública, que durante años multiplicó las ventas del tabloide inglés.
España, por fortuna, carece de este tipo de prensa escrita amarilla, aunque el ejercicio del periodismo sin escrúpulos, ni conciencia, se ejerce por otras vías (sólo hay que ver la parrilla televisiva). En ambos casos, el problema es el mismo: ¿dónde se sitúa la línea que separa la protección al honor, la libertad de la información y el derecho de los ciudadanos a recibir una información libre en el que se ampara? La respuesta es indudable, como afirma Elsa González, presidenta de la FAPE (Federación de Asociaciones de Periodistas de España): “Ni la primicia, ni la audiencia son excusas para actuar sin escrúpulos, especialmente cuando se trata de un profesional de la información del que se espera la verdad. Y la crisis de los medios no se resuelve con un periodismo sin calidad, sino con todo lo contrario. Es el valor añadido que debe ofrecer este oficio”.
En efecto, la cuestión es saber dónde están los límites de la ética de los creadores de opinión y sobre todo tener claro que la autorregulación responsable es el gran reto al que nos enfrentamos periodistas y medios a diario (a mi juicio, nuestro auténtico compromiso con la sociedad). Pero son muchos los peligros que nos acechan: la deshumanización de la profesión, la primacía de las cuentas de resultados sobre la calidad de la información, las reducciones permanentes de las redacciones y, cada vez más, las prácticas políticas ejercidas para limitar el papel del periodista (#sinpreguntasnocobertura).
Pero sobre todos ellos se sitúa como el más acuciante la actual concentración de medios, el latifundio mediático que nos presiona. Por desgracia, el caso Murdoch no es novedoso, ni en la forma, ni en el fondo. Sólo hay que echar un vistazo a la historia de la prensa hasta encontrar a William Randolph Hearst (1863-1951), periodista y magnate estadounidense, conocido por ser uno de los promotores de la prensa amarilla, en quien el gran Orson Welles se inspiró para crear Ciudadano Kane.
Hearst –que rivalizó con Joseph Pulitzer- inventó la prensa sensacionalista, una mezcla de titulares incendiarios, alejados de la neutralidad y el rigor periodístico, que tenían como único objetivo la venta de la mayor tirada posible, prescindiendo de la veracidad u objetividad de los datos. Su poder era tan omnímodo que prácticamente nadie era capaz de enfrentarse a sus publicaciones. Una de sus máximas más conocidas era “I make news”: “Fabrico noticias”. Recordado particularmente por alimentar el incidente de la Guerra de Cuba de 1898 –una escalada creciente de tensión diplomática entre España y EEUU a causa de la situación de Cuba, colonia española-, fue acusado de xenófobo, pronazi y partidario de la caza de brujas. Al mismo tiempo, impulsó la historieta moderna, gracias a su astucia y visión comercial.
Millonario comprador compulsivo, fue el primero en demostrar que la prensa podía ser un terrible cuarto poder con tentáculos que la unían a la política y los negocios. Sólo Welles se atrevió a llevar al cine sus excesos en Ciudadano Kane y sólo la Gran Depresión (que afectó seriamente a los negocios de Hearst, mermando su portentoso poder) evitó que boicoteara la película, tan crítica con su figura. Hoy podemos disfrutar de ella y tal vez sería un buen momento para volverla a ver y recapacitar.

Publicado en la Revista Mujer Emprendedora. Septiembre 2011

lunes, 1 de agosto de 2011

El rapto de Europa



El poeta romano Ovidio describía en Las metamorfosis (su conocido poema de 15 libros) la creación e historia del mundo mitológico. Según esta representación, Europa era una princesa fenicia y Zeus la raptó en forma de toro blanco, llevándosela desde las orillas de lo que hoy es el Líbano hasta la isla de Creta, en la que engendró a Minos, Sarpdedón y Radamantis. El rapto de Europa está plasmado de manera excepcional en el óleo de Rembrant de idéntico nombre. Tomando prestadas tan evocadoras ideas e imágenes, hoy se ha convertido también en título recurrente para describir la actual situación que padece la Unión Europea (UE).

La crisis de la bacteria mortal E. coli ha puesto en evidencia numerosos problemas existentes en el seno de la Unión, fundamentalmente su incapacidad para hacer frente a problemas urgentes con la agilidad necesaria. Lejos de la cohesión deseada y necesaria, Europa se ha revelado incapaz para actuar de manera coordinada, con estrategias compartidas que beneficien a todos los Estados que, se supone, comparten un objetivo común. De entrada, la información ha fallado de manera estrepitosa, tanto en la fuente emisora (Alemania) –tirando, dicho sea de paso, por tierra todo un mito-, que debería hacer investigado qué ocurría en el foco de la infección (Hamburgo) antes de lanzar noticias falsas, como en el país damnificado (España), que podría haberlas contrarrestado con un escrupuloso informe sobre las partidas de productos hortofrutícolas que habían llegado hasta la región alemana.

El resultado ha sido no sólo la pérdida de un prestigio conseguido a lo largo de muchos años por los agricultores españoles, sino sobre todo las pérdidas económicas causadas por el cierre histérico de fronteras de países, como Rusia, que han aprovechado para sacar a la luz viejas rencillas. En definitiva, una lucha por el honor económico y patrio de todos los implicados, que ha tirado por tierra los principios del Tratado de Lisboa, causando graves perjuicios a España.

Pero esto es sólo la punta del iceberg. Como recuerda el sociólogo británico Anthony Giddens, la UE ha perdido –como consecuencia de la crisis- el apoyo de dos tercios de la ciudadanía europea, que no la consideran ya la alternativa de futuro. Un euroescepticismo que se acompaña del peligroso apoyo de partidos de extrema derecha, en países como Finlandia. Del mismo modo, los distintos tiempos y formas de afrontar la crisis económica han creado graves diferencias entre el norte y el sur de la Unión. Mientras el Reino Unido, Francia y especialmente Alemania han salido reforzados, el resto de los países atraviesa por graves dificultades aún. Este desfase no sólo se ha trasladado a la percepción de la ciudadanía, sino también al papel que sus respectivos mandatarios juegan en el conjunto de la Unión, hasta el punto de que la canciller alemana Angela Merkel se ha convertido en la Presidenta de facto de la UE, actuando de manera unilateral y arrastrando con sus decisiones al resto de los Estados, incapaces de rebatir sus decisiones por la falta de fortaleza política. Ello sepulta el liderazgo compartido planteado en el Tratado de Lisboa y, bajo mi punto de vista, priva a los restantes mandatarios europeos de los recursos necesarios para afrontar en igualdad de condiciones la construcción europea común.

Ello se agrava además con lo que Giddens denomina “la Europa del papeleo”, una serie infinita de documentos, proyectos, en definitiva pilas de papel, basadas en teóricos mecanismos para salvar a Europa de sus problemas actuales, teniendo como fecha de aplicación el lejanísimo y peligroso horizonte de 2013. En definitiva, mucha teoría futura para resolver problemas urgentes que necesitan soluciones prácticas a día de hoy.

Europa, como en el poema de Ovidio, ha sido raptada, pero no por el padre de los dioses y los hombres que era el gran Zéus, sino por la lentitud paquidérmica de su burocracia y la ausencia de una estrategia defensiva común. ¿Cuál es el futuro de Europa?

Publicado en la Revista Mujer Emprendedora. Número Julio/Agosto 2011

viernes, 15 de julio de 2011

Ética y periodismo



Hace pocos días terminé la lectura del libro de Iñaki Gabilondo ‘El fin de una época’. Sus reflexiones han sido un reencuentro con mi vocación y principios profesionales, al tiempo que una cruda visión de las heridas abiertas en el periodismo actual. La profesión atraviesa una profunda crisis -lo demuestran los casi 4.000 puestos de trabajo perdidos desde 2008- y al tiempo está inmersa en una serie de vertiginosos cambios económicos y tecnológicos, que en consecuencia y a mi juicio, están desmantelando la esencia de la profesión.


Las empresas del sector, lejos de primar la calidad de la información y el bagaje profesional, centran hoy sus aspiraciones casi en exclusiva en mantener saneada su cuenta de resultados, obsesionadas al tiempo con el desarrollo de la comunicación 2.0. Este nuevo marco no sólo cuestiona y apremia la formación de los profesionales de la información para adaptarla a los nuevos perfiles profesionales, sino que está convulsionando a un sector que está olvidando sus principios rectores. Y estos son (ahí es nada) el servicio a la ciudadanía y la ética profesional, que deben mantenerse inamovibles como requisitos transversales e imprescindibles, sea cual sea el soporte físico o tecnológico que se utilice para ejercer la profesión y el contexto político, social y económico en el que se desarrolle.


Quienes llevamos ya algunos años dedicados al Periodismo vemos con tristeza y desazón como esos inmaculados principios tropiezan de manera constante con diversos inconvenientes hasta acabar hechos añicos. El apremio temporal cae como una losa sobre la cabeza de los profesionales de este país, una circunstancia habitual en la profesión, que se ha visto incrementada por la escasez de recursos humanos y la urgencia que las nuevas fórmulas comunicativas están generando. Su consecuencia más inmediata es la falta de rigor y profundidad en las informaciones que se ofrecen, que acaban por dejar a un lado la imprescindible norma de contrastar las fuentes y los datos, abriendo la puerta de par en par a la rumorología y haciendo saltar por los aires el prestigio de la profesión, en manos del “tú también puedes ser periodista”. La realidad actual –como recuerda Gabilondo- es que los medios están convirtiéndose, cada vez más, en portavoces oficiosos de titulares “interesados” procedentes de fuentes que hacen innecesaria la tarea de la acción periodística. El producto final es un enjambre de noticias vacías de contenido que, lejos de profundizar, se quedan en la superficie, empobreciendo al mismo tiempo el uso del lenguaje, mediante la estandarización de usos y recursos.


A ello se une la implantación de peligrosas prácticas -orquestadas fundamentalmente desde el mundo de la política-, como las ruedas de prensa sin preguntas, una tendencia que denota un claro abuso de poder. Así como las maniobras de determinados personajes insertados en el mundo del periodismo que pasan por encima de cualquier principio moral para defender sus posturas apocalípticas, en estos tiempos de grave crisis económica. “El Apocalipsis –como apunta Gabilondo-, en efecto, está muy de moda. A él se llega a veces de manera involuntaria, como consecuencia de la propia intensidad de la información. Pero existen verdaderos apóstoles de la catástrofe, auténticos mensajeros del medio que tratan de hacerse sitio a base de gritos”.


Ante estas circunstancias, la cuestión es saber si la sociedad puede permitirse minar la voz del periodista. Yo me debato en mi propio quehacer diario buscando las luces que iluminen mi horizonte y opto por mantener mis raíces vocacionales y, parafraseando a mi añorado Gabilondo, quiero pensar que “se elige esta profesión porque te importa el otro, tu semejante, y porque quieres hacer algo que sirva a la sociedad. Si no son ésas las razones, entonces es un oficio muy mal elegido”.

jueves, 14 de julio de 2011

Vacíos y contenidos



El pasado mes se abría al público el Convento de Santa Clara. Atrás quedaban ocho largos años de restauración (y más de ocho millones de euros de presupuesto) del que fuera inicialmente palacio almohade, después de Don Fadrique y finalmente convento de la compañía de las clarisas hasta 1998. A pesar de su céntrica ubicación (en pleno barrio de la Macarena), el inmueble de casi 12.000 metros cuadrados de extensión es un gran desconocido para Sevilla. La restauración acometida ha permitido recuperar el claustro renacentista, el refectorio, la sala de pinturas murales, el dormitorio bajo y el alto, entre otras estancias. Quedan por rehabilitar en dos fases posteriores -para las que no hay plazos ni presupuestos- el compás, los jardines y la Torre de don Fadrique.


Sin embargo, la recuperación de un edificio de esta singularidad se ha visto empañada por la polémica sobre su uso. Este nuevo centro cultural nace sin director y sin apenas programación, convertido en alojamiento de hasta casi una veintena de asociaciones culturales de diversos tipos e intereses (como el Coro Barroco de Andalucía, la Fundación Mario Maya, el Movimiento Cooltura ó el Consejo de Bandas), que deberán ser las encargadas de mantener vivo el edificio con sus diferentes iniciativas culturales.


Coincidiendo casi en el tiempo se presentaba en Sevilla el proyecto “Galea Magna Atarazanas”, que promueve un espacio patrimonial de excelencia en el área medieval de las Atarazanas de Sevilla. La propuesta tiene como objetivo principal la recuperación de los Astilleros Medievales de Sevilla en un área que abarcaría tres de las siete naves que sobreviven en la actualidad, abordando para ello la fábrica de una de las primeras galeras que ordenó construir Alfonso X, el Sabio para la creación de la Real Marina de Castilla. Para este fin, se bajaría la cota de suelo en estas tres naves a su nivel original del siglo XIII, es decir, cinco metros y medio por debajo del suelo actual. Ello no sólo potenciaría la espectacular volumetría arquitectónica del edificio, sino que recuperaría su dignidad patrimonial, sepultada durante mucho tiempo.


El proyecto viene a complementar el futuro CaixaForum de Sevilla, que abrirá sus puertas en 2013, aportando los activos patrimoniales y los valores históricos de un edificio único en Europa, gran desconocido para la mayor parte de los habitantes de Sevilla. Pero, como en el caso anterior, Galea Magna Atarazanas nace necesitado no sólo de soporte económico, sino sobre todo de respaldo ciudadano, como evidenciaron en el acto de presentación los responsables de este concienzudo proyecto de rehabilitación y dotación de contenidos, promovido por la Fundación Atarazanas.


España es uno de los países que mayor número de centros culturales abre anualmente. Sin embargo, tras las inauguraciones y los cortes de cintas con fotos, gran parte de ellos acaban por dormir el sueño de los justos, a la espera de que una buena dosis presupuestaria les saque del letargo en el que les introdujo la crisis o cualquier otro motivo. Ante esto, la ciudadanía no tiene, no tenemos, más remedio que movilizarnos. No podemos lamentarnos de la escasez de oferta cultural cuando, por iniciativa pública o privada, tenemos los enclaves o los proyectos en nuestras manos pero somos incapaces de apoyarlos o modelarlos. Hoy, cuando la cultura cada día está más en segundo plano, debemos y podemos hacer algo. No se trata sólo de pagar las entradas, que también, sino de participar diseñando nuestra propia oferta cultural, mostrando cuáles son nuestros intereses por satisfacer, apoyando y colaborando en el diseño de proyectos y programas de los que nos acabaremos beneficiando subsidiariamente como habitantes de la ciudad en la que residimos y, lo que es más importante, como individuos sociales para quienes la cultura debe ser tan necesaria como beber agua cada mañana.